Julio 14, 2011.
El Diputado local Felipe Abel Rodríguez Leal consideró lamentable la reacción del Secretario General de Gobierno, Marco Antonio Aranda, que ante el cierre de la Casa de la Caridad expresó que los problemas de la migración son exclusivamente federales.
El perredista indicó que la postura del funcionario evidencia una visión muy estrecha, cortoplacista, y excluyente, de parte del Gobierno del Estado. En este sentido indicó que con la Iniciativa de Ley de Protección al Migrante y Movilidad Humana, propuesta por la Representación Parlamentaria del PRD, lo que se busca es establecer que la migración es un fenómeno que compete atender a las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Asimismo reiteró que la visión del Secretario General, muestra de nueva cuenta la irresponsabilidad que sobre el asunto asume el Ejecutivo del Estado, que lejos de brindar protección y vigilar el respeto de los derechos humanos a las personas que atraviesan el territorio potosino, sin importar su nacionalidad, atendiendo a los tratados y convenios internacionales en la materia, que establecen la obligación de los gobiernos de garantizar un esquema mínimo de libertades para todas las personas, se deslinda totalmente de sus obligaciones.
Por otra parte, el legislador del sol azteca criticó el actuar del Ayuntamiento de la Capital, que no sólo es omiso, sino desfasado, pues acusa un total desconocimiento de los problemas que aquejan a las personas migrantes, al plantear la donación de un terreno en el Aguaje y Anillo Periférico, y posteriormente en la Colonia Tercera Chica, zonas que precisamente han sido identificadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como muy riesgosas, y donde los migrantes se encuentran más expuestos a ser víctimas de la delincuencia organizada.
“Tanto el Gobierno del Estado como el Ayuntamiento de la Capital deben dejar de lado esa visión reduccionista, cortoplacista, tecnócrata, y abrigar una perspectiva de los Derechos Humanos más amplia, que no discrimine, ni excluya, ni vulnere las garantías fundamentales de las personas migrantes”.
Para concluir Rodríguez Leal insistió en que el cierre de la Casa del Migrante es una pérdida gravísima, siendo el único espacio que ofrecía refugio y alimentación a miles de personas en tránsito por San Luis Potosí, muchas de ellas en condiciones vulnerables, tanto económicamente como con daños a la salud y expuestos a numerosos abusos de autoridades y del crimen organizado.
Además indicó que ese bastión significaba un refugio en medio del clima de hostilidad y de inseguridad, que funcionó no sólo sin ayuda gubernamental, a través de voluntarios y voluntarias, y únicamente con el respaldo de la Asociación Cáritas de la Iglesia Católica, y que sobre todo, funcionó a pesar del hostigamiento por parte de autoridades locales y federales.
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